Goodbye billetes verdes aunque no se vayan para siempre ni vuelvan a ser como antes fueron.
Billetes cuyo valor real es el costo de impresión. Los economistas le llaman moneda fiat. Su valor comercial se debe a que después de la II Guerra fue impuesta como moneda de cambio para el comercio internacional. Su respaldo en oro fue retirado durante el Gobierno de Nixon, para invertir el oro en el negocio de las armas biológicas para la población civil en Viet Nam. Como el resto de las guerras posteriores, pero que resultan muy buenos negocios, Los petrodólares provienen de un acuerdo con Arabia Saudita: "a cambio de protección, todas las ventas de petróleo serían realizadas a través del dólar". Por allí hay un mentado Shif o algo así. Una línea web que sirve de ciber autopista a todas las transferencias bancarias del comercio internacional. El tema es que, gracias las llamadas "sanciones" económicas, los países más densamente poblados del mundo están creando un nuevo sistema financiero que no "pasa por Go" a pagarle tributo al dólar. El déficit del tributo cobrado por el imperio del dólar semeja al del imperio español cuando estallaron las guerras napoleónicas. Guardando las distancias históricas, entre la revolución industrial del naciente imperio de la libra esterlina y la presente revolución cibernética de la tecnología digital. NO ME CREAN LO QUE ESCRIBO, INVESTIGUEN Y LUEGO PIENSEN, para que existan en este mundo cartesiano también en período de extinsión . Eloy Reverón agosto 24.
sábado, 24 de agosto de 2024
miércoles, 6 de julio de 2016
Notas para el Pensamiento de Simón Bolívar Eloy Reverón
Las notas
que colocamos en el siguiente texto, son resultado de apuntes para asesorías y
ejercicios didácticos realizados desde el año 2007 cuando planificábamos las
llamadas “Cátedras Bolívar y Miranda” las cuales tuvieron lugar en las aulas
del Instituto de Altos Estudios Diplomáticos “Pedro Gual”, bajo los auspicios
del Vice Ministerio para Europa en el ministerio del Poder Popular Para las
Relaciones Exteriores, entonces a cargo de Rodrigo Chaves Samudio.
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Eloy Reverón México DF 2010 |
En aquellos
días compartía esa responsabilidad con la doctora María Calderón, compañera de
funciones el dicho viceministerio. Allí nos dimos cuenta de lo útil y necesario
que resulta establecer los contactos del ministerio con la gente para entrar en
el sentido del nombre que habían adquirido los ministerios: “del poder popular”,
gracias a la iniciativa del presidente Chávez.
Es
necesario destapar la olla de la historia para que la gente anote cuáles son
los ingredientes que nos nutren desde el pasado.
Francisco de Miranda desarrolló una visión
planetaria recorriendo el epicentro del mundo político de su época durante
cuatro décadas de estudioso peregrinar como agente revolucionario de la clase
social emergente a la cual pertenecía.
Participó
activamente en las tres revoluciones burguesas de su tiempo. Recorrió un mundo
de cambios revolucionarios y contribuyó con su teoría práctica (praxis) a que
ese mundo se orientara hacia las exigencias políticas de los nuevos tiempos.
Miranda Quería
incorporar a su patria, nuestra América, como él la llamó en repetidas
oportunidades, a ese proceso de nuevos tiempos que estaba girando hacia la
realización de nobles ideales de libertad, igualdad y fraternidad.
Después de
la experiencia mirandiana, aquella visión de teoría de la historia de la
resistencia indígena, cuyos primeros progresos había desarrollado en aquellos
días, nos hizo asentar la idea de que el INDIO al que se refería SimónRodríguez, somos todos aquellos quienes nos resistimos al neocolonialismo.
La reflexión
histórica llegó al oído de la gente, y sobre todo, a nuestro oído: la voz y los
sentimientos del diálogo de saberes compartidos en los talleres, y que cariñosamente
llamados talleristas. Esa misma gente maravillosa que hace posible esta
experiencia, del proceso de cambio de paradigmas reconocido como Revolución Bolivariana.
A estos
compañeros, y a los que se van incorporando a este diálogo de saberes, dedico
este folleto. Pero sobre todo, para que su lectura sea material de discusión en
las próximas jornadas que nos esperan.
El
presente material didáctico está presentado en varias etapas. Una idea
principal que esboza la Teoría Bolivariana de la Historia, de la cual se
desprenden algunas precisiones conceptuales donde establecemos de manera provisoria
algunos conceptos para facilitar la fluidez de nuestras ideas.
Nos
referimos a qué vamos a entender por teoría; por historia; resistencia;
bolivariana; vectores de la fuerza de dominación colonial y neocolonial;
vectores de la fuerza de resistencia liberadora.
Tomada de una diapositiva UNEFA, Caracas 2016 Autor desconocido |
También
precisamos nuestra ubicación o localización hermenéutica, la cual está
vinculada a una filosofía y una historia que va más allá de la pasión de
comprender. Vale decir, nuestro punto de vista crítico enfocado en un objetivo
liberador.
Tratamos
la historia como la acción de comprender para seguir avanzando en el proceso de
transformación integral que heredamos de nuestros padres y antepasados, con la
idea de mejorar la realidad de la vida de nuestros sucesores.
Una
historia vinculada con las células más diminutas de nuestra vida, hasta los
ecosistemas más extensos del Planeta, donde todo tiene que ver con todo, donde
no nada que no afecte, para bien o para mal, a la totalidad.
Luego
presentamos un instrumento primordial para el proyecto colectivo de
construcción de un espacio material y espiritual en función de la liberación la
gente, la concepción estratégica de la Historia, la cual nos lleva hacia la
dialéctica de la dominación – resistencia – Liberación.
Para entender la historia como estrategia liberadora, definiremos algunos
conceptos elementales, pero muy importante manejarlos con propiedad porque
expresan ideas fundamentales para alcanzar objetivos políticos liberadores.
Dialéctica de la Dominación-Resistencia-Liberación Después de la Batalla de Ayacucho |
Es ver la realidad material vista desde el momento primordial de la
dominación y desde la totalidad territorial invadida nos da cuenta de que
cuando fue Quisqueya dominada y convertida en La Española, con ese acto de
dominio cultural fue declarada en dominio toda la Indianidad, quien no lo
entienda de esta manera es porque todavía está observando la historia con los
ojos del amo. Cuando libere integralmente toda nuestra América, habremos
alcanzado la Independencia integral. A esta visión de totalidad es que teme el
dominador.
Entre los conceptos que traemos para discutir y explicar esta historia
están, la independencia integral, colonialismo, comunidad histórica, cultura,
sentido histórico.
Seguidamente introducimos el tema de la dialéctica de la
Dominación Resistencia Liberación. Dejamos apreciar el concepto de vector de
fuerza de dominio colonial y la Realidad material al inicio de la dominación
colonial, comenzando por aclarar la expresión ideográfica de la cosmovisión del
opresor, dejar enunciados algunos temas y autores y, complementar la idea con
la exposición los reinos periféricos del Mediterráneo, y como expanden
geográficamente su cultura para nutrir su filosofía con la experiencia, y
justificar lo injustificable. Continuamos insistiendo en reiterar la expresión
ideográfica de los vectores de la fuerza opresora, pero representados en
oposición de sus correspondientes de la fuerza liberadora, para lo cual
incorporamos las flechas en la misma forma que en física se representa la
direccionalidad de las fuerzas.
lunes, 18 de enero de 2016
La Negritud de Bolívar Eloy Reverón
La realidad con respecto a la
negritud o la supuesta indianidad de Bolívar no ha convencido a buena parte de
la población venezolana aunque ha sido aclarada por los especialistas en antropología
forense venezolanos, avalados por la experiencia y alto nivel de prestigio mundial
con que ellos cuentan. Si consideramos que en el siglo XXI, está comprobado que
la humanidad entera tiene su origen en África, ese conocimiento tardará mucho
en internalizarse en la ideología racista todavía imperante. No obstante lo
señalado vamos a dar a comentar algunas imágenes de Simón Bolívar, poco
difundidas, tal vez por los mismos motivos racistas.
En la sociedad del siglo XIX, el
color de la piel era un certificado para la aceptación social. Lo que hace equivalente
a un tono más oscuro, con un grado de exclusión en la escala social. La
negritud o la indianidad era sinónimo de puerta cerrada a la condición de noble
aunque contara con el dinero para compran esa gracia. Solo el poder real, vale
decir, el poder del Rey, claro está mediante el pago por ese derecho podía
cambiar esa realidad.
De allí proviene una tradición histórica
que se conoce como “El Nudo de la Marín”. El simple hecho de referirse a la
bisabuela paterna del Libertador en términos tan despectivos como “La Marín”,
ya se aprecia la carga ideológica que trae la tradición mantuana.
Algunos escritores godos se han
avergonzado de esta presunta negritud del Padre de la Patria, pero con sentido
ético suficiente para no negar la carga documental del hecho, o no esconder las
piedras que hicieron sonar ese río de rumores. Ellos se refieren en términos de
las circunstancias del nacimiento de María Josefa Marín de Narváez, y el
matrimonio en «artículo mortis» de Pedro Domingo de Ponte y Andrade Montenegro
y Marín de Narváez, quien fuera cuñado de Juan de Bolívar y Martínez Villegas,
abuelo paterno del Libertador con su concubina, una «negra de calidad» llamada
Lorenza María.
Otra agravante a favor de su
negritud es la ausencia de títulos nobiliarios que en aquella época se podían
adquirir, siempre y cuando no se le encontrara en las investigaciones
genealógicas, ningún nudo racial, algo así como un certificado de blanqueo, u
otro origen de piel oscura en su árbol genealógico. Los Bolívar tenían
suficiente dinero como para comprar eso y mucho más. Sin embargo, el
antecedente de “blanqueo” no llegaba a tanto como para admitir grado de
nobleza.
La gente carente de sentido de la
ética profesional, juzga a los demás por su propia condición, simplemente dice:
“Chávez pagó para que le hicieran ese Bolívar con rasgos negroides. El tema es
que resulta menos inverosímil pensar que los retratos de Bolívar más conocidos,
son aquellos donde una mano subjetiva dirigiendo el pincel, hiciera resaltar su
herencia vasca. Pero existen algunos retratos de autores que no tuvieron motivo
para hacerlo. Por eso mostraremos otro aspecto del argumento, la iconografía. A
eso debería responder esta reflexión. ¿Todos sus pintores fueron objetivos a la
hora de delinear sus rasgos sobre el lienzo? ¿Tenían necesidad de ello?
El racismo imperante en el siglo
XIX, mayor y más intenso que el actual: ¿no consideraría normal blanquearle los
rasgos, como quien retoca el negativo de una fotografía de retrato? Habría que
someter al juicio de expertos aquellas líneas de su imagen que mi ojo profano
encuentra semejante a rostros de cultura masai, que he logrado retratar en la
ruta del cacao de la costa venezolana. ¿Sería sacrílego someter sus restos a
una prueba de ADN? Estas notas son
anteriores a los estudios de antropología forense realizados.
Finalmente el origen de este término "nudo de la Marín" al parecer proviene de la mala voluntad del escribano venezolano Rafael Diego Mérida y el
político y militar peruano José de la Riva Agüero, enemigos políticos del
Libertador. Doña María Josefa Marín de Narváez, nació en el año de 1668, y
bautizada en la catedral de Caracas el 26 de abril del siguiente año, según
consta en el Libro V de Bautismos de Blancos; hija natural reconocida del
capitán Francisco Marín de Narváez. La
condición de su nacimiento, y la caballerosidad del padre al mantener oculto el
nombre de su madre, fueron nuevas causas de los rumores, porque con su
influencia pudo haber hecho no necesitar dispensación para registrar como
blanca a la hija de una india, o a una negra como la célebre esclava blanca,
Isaura la protagonista de la tele novela brasileña de ese nombre.

Dicho lo anterior dejamos a
juicio, los rasgos destacados por dos pintores, uno identificado como Simón
Bolívar, libertador de su patria, cuyo autor es anónimo perteneciente a la
colección del doctor Leonardo Altuve Carrillo, Caracas, el cual hace
referencia: Edición Príncipe del Canto a Junín, París, 1826.
Pero mucho más marcados los
rasgos en el pincel de José María Espinoza, realizado en Bogotá durante los
últimos años de su vida, después de 1828, antes de 1830, el cual pertenece a la
colección del señor Arnold Zingg de Caracas.

Si revisamos la cronología de la
experiencia vivida por Simón Bolívar soportó la discriminación racial, tanto
por el bando de los blancos bogotanos que lo apodaban El Longanizo, atribuirlo
al color de la piel, resulta lógico si lo vemos fuera del contexto bogotano
donde vivía un excluido que vestía con casaca militar roída y usaba
condecoraciones y sobrevivía como indigente en los alrededores de la plaza
principal.
jueves, 4 de diciembre de 2014
Manifiesto de Cartagena Comentado por Eloy Reverón

El Manifiesto de Cartagena es el título utilizado por la historiografía tradicional para dar a conocer un documento leído por Simón Bolívar ante el Congreso de Nueva Granada en la Ciudad de Cartagena de Indias, el cual está registrado como Memoria dirigida a los ciudadanos de la Nueva Granada por un caraqueño Ese caraqueño no es otro que Simón Bolívar. Un hombre de ideas
liberales que llegó para ofrecerse y seguir luchando por la Libertad amenazada por el enemigo común, los españoles monárquicos. Esta memoria, según algunos testimonios, y la lógica cronológica, fue redactada en la biblioteca privada del abogado Mordechai Ricardo, su anfitrión curazoleño durante su destierro en aquella isla. La Memoria fue presentada el 15 de diciembre de 1812.
Para ver mas... Manifiesto de Cartagena Documento
miércoles, 13 de agosto de 2014
Libertador La Película Por Eloy Reverón
La primera advertencia que podemos hacer es que trata a un Bolívar de Ficción, tergiversado sutilmente con fines ideológicos. Salta a la vista ante cualquiera que conozca con lujo de detalles, la vida del Libertador. Y no me refiero a las biografías del Libertador que nos inculcaban en las escuelas, aquellas caricaturas patrioteras mejor parecidas a la vida de un santo que a la de un ser de carne y hueso quien fue capaz de vencer las más grandes dificultades, entendido desde la conciencia de la realidad histórica donde vivió.
Una película impecable desde el punto de vista artístico. Fue realizada con las más sutiles técnicas del encantamiento ideológico. Nos muestra el Bolívar que difundió en el mundo anglosajón, un escritor español nacido durante la definitiva decadencia de España como potencia imperial. Realizada desde otro imperio, en vía al reconocimiento de semejantes condiciones.
Cuando estamos frente a una realización cinematográfica de semejantes magnitudes, la primera pregunta que debemos hacernos es ¿Quién la hizo? ¿Porqué la hizo? ¿Cuánto gastaron en producirla?. Si el lector conoce las respuestas correctas con respecto a estas interrogantes podrá entender sin mayores dificultades, las observaciones que al respecto hacemos.
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Unión, Integración, liberación y Eudaidomía |
Una cosa es el culto a Bolívar y otra, el anticulto a Bolívar. Pero ambos tienen algo en común, son nocivos para percibir la realidad histórica. Otra cosa también es la historia ideologizada y la ficción manipuladora de la realidad con fines políticos. Dicho en otras palabras, una guarimba ideológica. Para el ignorante no existe diferencia, solo cuentan las sensaciones porque la información pertinente entra en su cerebro, de manera subliminal, sin que se percate de ello. Lo que sabe ha sido aprendido de manera mecánica, mediante técnicas didácticas y psicológicas harto difundidas e igualmente ignoradas por las grandes mayorías. Uno de los trucos más efectivos han resultado de la magia del cine y de los trucos de la TV.
En las siguientes líneas vamos a centrar nuestra atención
sobre el film El Libertador, proyectando nuestra atención en el escritor de la
película, durante nuestro primer acercamiento al tema. Nos referimos a un señor
de origen estadounidense, llamado Timohty J. Sexton quien
sabrá de Bolívar, lo que leyó para escribir el guion.
Los influjos del
autor.
Dadas las características generales de su visión del
personaje, podemos deducir que su lectura principal se corresponde con el punto
de vista de Salvador de Madariaga (1886 1978), ingeniero de minas, formado en
Francia, escritor, diplomático, y periodista, español quien no guarda relación
con el célebre canónigo José Cortés de Madariaga (1780 1826), tan popularizado
en Venezuela durante las conmemoraciones del 19 de abril de 1810. A partir de
1928, Madariaga trabajó como profesor de español en la universidad de Oxford y
no fue sino después de 1955 cuando publicó su libro De Colón a Bolívar.
Lejos de ser un admirador de Bolívar, Madariaga escribe desde
la llaga del dolor causado por el
recuerdo del auge y la caída del imperio más poderoso de la tierra. Su discurso
acusa la nostalgia de lo que hubiera sido de España, si no fuera por la culpa
de personajes como Bolívar. Desde su ejercicio como periodista en Londres, fue
uno de los escritores hispanos mejor difundidos en los ámbitos angloparlantes. No
es de extrañar que la visión del escritor que inspira la película provenga,
esencialmente de esa fuente. No obstante percibimos cambios notables en el
enfoque. No parece haberse inspirado en la versión de Madariaga para describir
la escena del atentado contra la vida del Libertador. Madariaga describe a un
hombre enfermo, delgado, arrugado, quien representa muchos más años. Es cierto
que Bolívar saltó por el balcón. Pero sus enemigos tenían conocimiento de su precario
estado de salud. Lo que resulta elocuente es la intención de presentar a un
hombre ágil y fuerte huyendo. Presentar como héroes a un manojo de
conspiradores quienes supuestamente luchan contra una “Tiranía”, cuando en realidad
son aspirantes a conservar su condición de administradores coloniales que
poseían antes de generarse la crisis de autoridad que generó la explosión
social que surgió como reacción popular ante la erección del gobierno de la
Primera República. Gobierno mantuano, esclavista, en cuya acta constitutiva no
deja de mencionar repetidas veces, su compromiso de fidelidad al Rey. Estos son
detalles de la realidad histórica que las historias oficiales han pretendido
ocultar, con muy buenos resultados, por cierto.
En las siguientes líneas desglosaremos algunos aspectos de la
ficción cinematográfica que contradicen la realidad histórica, amén de las
contradicciones y anacronismos que saltan a la vista del más desprevenido de
los espectadores, con mínimo de formación historiográfica.
La incompatibilidad del personaje con la realidad histórica
se refleja en anacronismos, tales como presentar a un Simón Rodríguez durante
el año 1802, huyendo de Monteverde, de paso, un Monteverde con la envestidura
de un general Morillo, o de Capitán General si no miramos su uniforme. Primero,
Bolívar regresó con su esposa después de marzo de 1802. Ella muere en enero de
1803. Simón Rodríguez, según investigaciones del doctor Arturo Uzlar Pietri, lo
ubica trabajando en Lyon en 1802; además en esa fecha la autoridad española era
el capitán general Las Casas, Emparan estaba en Cumaná. Bolívar había pasado
una década de viudez cuando aparece Monteverde, el dictador de los canarios. Cumple
con Bolívar, los términos de la Capitulación que los mantuanos atribuyen a
Miranda, pero no como premio por entregar a Miranda como asegura Madariaga.
Bolívar formó parte del grupo de mantuanos quienes habían puesto preso a
Miranda para asumir el mando. No era tan tonto Monteverde como para ejecutar a
un prócer de la independencia estadounidense, o a un Mariscal de Campo de la
Francia Revolucionaria como lo era Miranda, mucho menos dejarlo ir pudiendo
incumplir con su palabra, la cual demostró que no valía lo que en aquella época
valía la palabra.
Omite la estadía de Bolívar en Curazao. Desde el punto de
vista racista de los realizadores de Hollywood, colocarlo saliendo de una
selva, después de golpear a un niño aborigen, y luego sacarlo en curiaras con
un ejército de Indios, no es precisamente un cumplido. Una mentira piadosa para
exaltar la imagen del personaje. Es una descarada manipulación cuando omite la
presencia de Bolívar en Cartagena. En lugar de reconocer que Bolívar recibió el
mando del Congreso para realizar la Campaña Admirable. Monta una escena con un
diálogo que ilustra otra patraña. Bolívar con su lógica libertaria dice
claramente que eso no es una frontera sino un río, vale. Esto frente a un
Santander, quien supuestamente representaba órdenes superiores, mentira.
Pretende inocular el trasnochado tema positivista: Bolívar la barbarie,
Santander la ley civilizada. La verdad es otra, Santander era entonces un
oficial de bajo rango, la autorización para invadir a Venezuela la recibe
Bolívar de Camilo Torres. No en la forma manipulada como lo pintan las imágenes
y el diálogo. ¿Qué necesidad hay de semejante giro ideológico? En la pregunta
está la repuesta. Pensar en izquierdas y derechas es anacrónico desde la caída
del muro de Berlín. La manipulación a través del discurso cinematográfico deja
escapar un tufo a colonialidad del poder. ¿ Será la misma llaga en dos tiempos
históricos diferentes que gimen las dos decadencias de sus respectivos
imperios?.
El tratamiento estético acusa mayores influjos de la versión
colonialista de la historia de Nuestra América, que la que debiera financiar un
gobierno que se jacte de anticolonialista, no digamos si quiera revolucionario;
no solo porque omite episodios fundamentales esenciales para el entendimiento
del personaje y sus circunstancias; sino que además, resalta su liderazgo como
algo traído desde la selva, donde el Congreso de Cartagena ni siquiera figura.
La positivista clásica confrontación barbarie civilización. Santander culto,
civilizado y elegante vs Bolívar, andrajoso, salvaje, seguido por los “pata en
el suelo”.
La película
Comienza y termina mostrando a un vigoroso Simón Bolívar,
durante la media noche del 25 de septiembre de 1828. Los productores “olvidan” que
el héroe se encuentra a escasos veintisiete meses de su muerte en cama a causa
de la tuberculosis. Este detalle, más que mera torpeza producto de la
ignorancia, proviene de una intencionalidad que se irá revelando en la medida
que prestemos atención en los detalles. Sólo un héroe de película es capaz de
vivir 17 años de guerra sangrienta, recorriendo un continente a lomo de bestia,
a punto de morirse de tuberculosis, y después de dos décadas de trabajo
guerrero y político tan intenso, continúa
en pantalla tan fresco como una lechuga y tan ágil como un venado.
Huyendo en carrera despavorida de los conjurados que llegaron para matarlo,
quienes en la realidad histórica resultaron ser unos cobardes, solo fueron
capaces de darle un planazo a Manuelita cuando estaba de espaldas atendiendo al
edecán herido. En la película figura Santander dirigiendo personalmente la
intentona golpista, jefe de la conjura,
quien en realidad se encontraba enconchado en casa de su hermana. Santander
había llegado la misma noche que le habían preparado otra celada en una fiesta
de disfraces, que tuvo lugar el 10 de agosto. Su viaje al exterior suele
confundirse con el momento de la Noche Septembrina.
La realidad histórica es que Bolívar, lejos de estar
bajándose de un brioso caballo para dedicarse a los placeres de la carne.
Recién salía de un baño caliente para espantar con menjurjes caseros, los
residuos de una gripe mal curada, o quizá ya, estaba delante de los primeros
síntomas producidos por la presencia del bacilo de Koch. Así lo recuerdan los testimonios
históricos. Cuando llegaron Pedro Carujo y el resto de los conjurados,
convalecía en cama. Esta escena ficcional presenta un atentado contra la vida
de un hombre, quien luego de bajarse vigorosamente de un caballo para
entregarse a los placeres de la carne, y que decide salir huyendo de Santander
en persona, cuando quienes están familiarizados con lo episódico de este asunto
histórico, saben que su enemigo político no había regresado de su viaje, y que la
conjura había sido delatada y, por tal circunstancia se vieron obligados a
adelantar el golpe. Ninguno de los antecedentes al atentado son tratados por el
escritor de la película. Menos el origen masónico que Madariaga atribuye al
complot. El mismo Madariaga revela también que Manuela Sáenz, su amante, había encontrado a Bolívar
metido en la tina de agua caliente cuando llegó para atenderlo en su
convalecencia.
El manejo psicológico de la imagen es la de la ficción de un
Libertador, que comienza y concluye huyendo. Tampoco muere en la cama, como en la
realidad histórica. Finalmente será la imagen del Bolívar fisionado por
Hollywood, la que terminará imponiéndose
en el imaginario colectivo de la sociedad desinformada de la historia, como lo
hicieron con las películas de la caballería contra los habitantes originales
del norte de México, donde para muchos, los genocidas figuran como los héroes
civilizadores.
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¿Quién puede creer que este Bolívar Galopante está a 27 meses de su muerte en cama por la tuberculosis? |
La imagen manipulada de Monteverde es otro caso típico de
manipulación de la imagen histórica, realmente era un pirata contrabandista de
origen isleño, quien desembarcó en Coro proveniente de Puerto Rico, con el
propósito de saquear a las víctimas del terremoto de 1812, a quien se le
presentó la oportunidad de derrocar al debilitado gobierno de la Primera
República, lejos de ser realistas, estaban en contra de los mantuanos que es
otra cosa. Un capitán de fragata que llega de Puerto Rico, a saquear a los
damnificados de las principales ciudades afectadas por el terremoto de 1812, lo
presentan con la investidura del General Don Pablo Morillo, y sustituyendo a
Emparan o más bien a su predecesor, Las Casas. Y el encuentro inicial de
Bolívar y Miranda como algo casual, y en la ciudad de París, el desencuentro de
ambos personajes en 1812 corresponde a la versión que hace el historiador
español, Salvador de Madariaga, donde Bolívar, prácticamente entrega a Miranda
a cambio de la firma del pasaporte para salir de Caracas. En lugar de ir a
Curazao, lo meten en la selva, de donde sale con un ejército de excluidos
sociales, después de una ridícula escena donde golpea a un niño que le robó las
botas, y termina regalándoselas.
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Bolívar 1829 por Manuel Gallardo Fotografía Eloy Reverón |
El Bolívar vigoroso que ilustra esta ficción, dicta mucho del Bolívar
histórico, minimizado por la bronquitis quien saltó de su lecho de enfermo
desde el balcón del Palacio de San Carlos, en Bogotá. Mientras Manuelita, su
amante, enfrentó a los conjurados en la puerta de su cuarto, después que Carujo
asesinara al coronel Guillermo Fergunson, quien se interpuso en su paso;
el relato de Madariaga dice que lo
apuñalaron mientras dormía. Esto último también lo omite la ficción. Santander
estaba escondido en casa de su hermana la noche el 25 de septiembre de 1828, en la película lo colocan persiguiendo al Libertador
quien huye asustado, más raudo que un zorro. Mejor influenciada por la versión
colonialista de la historia que delata el entre líneas de su discurso, a lo
largo de los diálogos y las imágenes. Casualmente, el escritor español,
Salvador de Madarianga, quien escribía desde la herida después de ver
derrumbado al arrogante imperio español.
Demasiado lejos de convertirse en un tratado de historia, a
cuya aspiración niegan sus promotores, a cambio la industria del cine
estadounidense nos coloca frente a otra versión ideologizada del héroe. Las
intenciones están demasiado evidenciadas si tomamos en cuenta el contexto
histórico cuando fue producida y estrenada.
Sobre el autor de la ficción.
La ficción es necesaria
en el cine cuando se inventan diálogos que expliquen aclaren y sobre todo, cuando interpretan a través del arte, la realidad histórica, como en el caso del Bolívar protagonizado por Roque Valero,
El hombre
de las dificultades, Vale. Pero cuando se inventa para distorsionar o
tergiversar la realidad histórica, la pluma se convierte en mercenaria y cae en
un espacio donde la ética y la historia no tienen lugar. ¿Porqué escoger a un
guionista de esa industria cinematográfica? Ideología, simplemente eso. ¿Pensaron
de donde viene.?
El guionista jolibudense de Bolívar es
conocido como autor de la película For Love or Country: The Arturo Sandoval
Story, la vida de un trompetista cubano que pide asilo en la embajada
estadounidense. Por la maleta, conoces al pasajero. Cualquier sospecha de la
batería neocolonial en el entre líneas de este Bolívar es un prejuicio.
Timohty J. Sexton
es un artista, utilizando el atractivo heroico del trompetista para dejar claro
en el trasfondo los aspectos negativos de Cuba, especialmente, de su gobierno. No
podía tocar si no se inscribía en el partido. En un país donde “no reconocen
los talentos” como los de él. Todo el decadente Jazz, no aprobado por el
control de calidad de la Revolución.
Todo esto
desarrollado en dos planos; uno, durante el interrogatorio que le hace el
funcionario diplomático estadounidense en el país donde solicitó asilo, y el
otro las justificaciones que supuestamente tuvo que ofrecer al funcionario para
que le dieran asilo. Es la vida de Sandoval, en el marco de su angustia: dejó a
su país, para encontrarse con su esposa y su hijo en Londres, quienes
extrañamente habían salido por su lado. Recibió el premio Gramy, la ciudadanía
estadounidense, y después vivieron felices para siempre. Esta obra maestra del
guionista y autor del texto, le mereció el contrato para realizar El
Libertador.
Esta película
resulta una sutil estocada en una de las partes más débiles del proceso
bolivariano, la promoción de su conciencia revolucionaria. Más efectiva que las
guarimbas porque sus efectos son invisibles como un veneno, o radiaciones
cancerígenas inoculadas. Su acción es residual y efectiva.
Visión panorámica de los
espectadores
A través del simple
discurso de los mensajes dejados por el público cine vidente en la Red podemos
remitirnos a las historias patrias de cada país y el trabajo continental del
gran cine para ideologizar a través de la ficción histórica, o de la mitología
de lo cotidiano, como diría Rodolfo Izaguirre. El nivel de las participaciones
y comentarios es realmente precario.
Al cinéfilo argentino fue necesario puntualizarle que en 1817
San Martín cruzó Los Andes desde Argentina, hacia Chile, la travesía bélica
concluye en la Batalla de Maipú el 5 de abril de 1818. En 1819 Bolívar cruzó
los Andes Orientales colombianos páramo de Pisba, con soldados de los llanos
occidentales de Venezuela, semi desnudos acostumbrados a 42 grados, cuando
encuentras sombra. El resultado culmina con la derrota de los colonialistas del
Rey en Pantano de Vargas y en Boyacá. Necesario informar que las respectivas
historiografías colonialistas de Argentina y Venezuela, siempre compitieron por
la fatuidad de cuál de los dos era más héroe. El nivel general, no ha cambiado
gran cosa.
El cinéfilo peruano piensa que Bolívar odiaba a Perú. Está
lejos de siquiera sospechar que la Oligarquía colonialista y neocolonialista
peruana ha sido la enemiga de Bolívar. En Alto Perú, hoy Bolivia, la oligarquía
colonialista local lo llamaba "El Sambo ese". La Oligarquía
venezolana de entonces, también compartía los sentimientos de repudio a Simón
Bolívar de los oligarcas peruanos y de la oligarquía colonialista bogotana,
quienes atentaron contra su vida, cuando estaba manifestando los primeros
síntomas de la tuberculosis que lo terminó de matar.
Ahora
más que nunca existe gente que cree que puede aprender historia limitándose al
cine. Prefieren que se la lean e interpreten al gusto y necesidades de su amo.
Un Simón Bolívar de ficción elaborado para gente que masca chicle y puede considerar algo como verdadero porque se lo pinten bonito. Capaces de ingerir un veneno, si se lo pintan beibiblu. Los anacronismos y las manipulaciones de la imagen de los personajes históricos, se mueven impunemente por la pantalla. Algunos espectadores protestaron en voz baja, creyendo que la imagen falseada proviene del Gobierno.
domingo, 2 de febrero de 2014
El secreto de los masones (A 160 años de instalada la logia Esperanza) Eloi Yagüe Jarque
Cada vez que oía hablar de los masones pensaba en los best sellers de Dan Brown, en Los expedientes secretos X y otras series de televisión que refieren todo un mundo raro de sociedades secretas y conspiraciones
Por eso me vino como anillo al dedo la invitación que recibí un día para asistir a una “Tenida Blanca” en el templo masónico de Caracas, con motivo de los 160 años de la Logia Esperanza 7, firmada por mi tocayo y amigo Eloy Reverón, historiador y especialista en el tema de la masonería.
Recorte de Prensa |
Entendí que era una oportunidad de tener acceso al Gran Templo, inaugurado por Guzmán Blanco en 1873 y, con un poco de suerte, conocer alguna de las interioridades de tan antigua orden. Henos aquí entonces a Gladys y a mí caminando un domingo, temprano en la mañana, con traje formal por las calles del centro de Caracas, exactamente por la avenida Este 3, a una dirección sita entre las esquinas de Jesuitas a Maturín, Nº 5.
Llegamos al templo, caracterizado por sus dos columnas salomónicas (torneadas). Una placa señala que el edificio es monumento nacional.
-Entra tú primero -me dice Gladys. Ella piensa que en los templos masónicos no admiten mujeres. Pero, en verdad, ¿qué sabemos de los masones?
Hombres vestidos de negro nos reciben, amables y sonrientes. Nos dan la mano, las tienen enguantadas. Tienen amarrados mandiles o delantales con el signo del compás y la escuadra. Llevan bandas azules terciadas. Un caballero la tiene tricolor, como la banda presidencial. Dos portan varas de madera; tres, mazos del mismo material. Nos invitan a pasar al templo.
Una historia antigua. El templo masónico parece una iglesia, sólo que sin símbolos cristianos. Al fondo, en lugar del altar, están las sillas de una especie de consistorio donde se sientan las autoridades. En la pared, tras la mesa del principal, están pintados los símbolos de la masonería: un compás y una
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Para determinar las dimensiones del templo interno |
escuadra, entre representaciones del sol y de la luna. En la bóveda del techo figuran pintados los signos del zodíaco.
La francmasonería, tal como la conocemos, viene de Francia. El primer indicio de su existencia aparece en el siglo XIII, cuando un grupo de albañiles (en francés, maçons) que querían emanciparse del control de los sacerdotes, constituyeron gremios que llegaron a monopolizar la construcción de iglesias como la de Nuestra Señora de París, que muchos consideran un libro secreto escrito en piedra.
Para conservar los secretos y las técnicas del gótico instituyeron tres grados: aprendiz, compañero y maestro, e implantaron ceremonias de iniciación y de fidelidad. De ahí vienen las herramientas de construcción como símbolos y la concepción de Dios como Gran Arquitecto Universal, de quien seríamos sus albañiles con la misión de perfeccionar su obra.
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Al fondo la Señora Gladys y su esposo Eloi Yagüe, autor de la Crónica |
El templo es de una sola ala. A los lados hay vitrales multicolores con los próceres de la independencia: Bolívar, Sucre, Miranda, Páez, Mariño, Bermúdez, Cedeño, y otros. Por un momento tengo la impresión de estar en una versión reducida del Panteón nacional.
Un maestro de ceremonias habla desde una especie de púlpito. Va llamando a quienes van a encabezar la ceremonia. El primero en subir y ubicar su lugar en el centro es el Venerable Maestro. Los hermanos portadores de las varas acompañan a quienes van llamando al estrado, quienes tienen que subir unas escaleras. Primero son las autoridades masónicas, luego sus esposas, a quienes llaman cuñadas. Gladys me explica que es lógico que las llamen así, pues entre ellos se tratan de hermanos. El razonamiento me parece impecable.
El Venerable Maestro explica que la masonería comparte valores iniciáticos universales relativos al conocimiento y al desarrollo espiritual. Caracteriza a la sociedad actual como excesivamente materialista y egoísta porque en ella proliferan los fanatismos, la intolerancia y la ignorancia, e invita a la construcción de lo que llama “el templo interior”.
Posteriormente se dejan escuchar el Himno Nacional y el de la masonería, el cual tiene una estrofa que reza así: “Rechazamos la injusticia, al tirano y al traidor”.
La logia y el fantasma de Bolívar. El plato fuerte del acto fue la intervención de dos historiadores: Carlos Alarico Gómez y Eloy Reverón.
El doctor Gómez explicó que los orígenes de la masonería se pierden en la noche de los tiempos, en la construcción de las pirámides de Egipto o del gran templo de Salomón en Israel, pero que tuvo un gran desarrollo durante el Siglo de las Luces
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"El doctor Gómez explicó que los orígenes de la masonería se pierden en la noche de los tiempos" |
(finales de 1700 en adelante) con pensadores que llevaron a cabo la Revolución Francesa y otros como Isaac Newton. En Venezuela, además de Urbaneja, fue un impulsor de la masonería Isaac Pardo, quien junto a otros compró el terreno donde hoy está el templo, el cual fue inaugurado por Antonio Guzmán Blanco el 1º de diciembre de 1873.
Reverón hizo conexiones entre la masonería y otras logias históricas que contribuyeron a cambiar el mundo, como los alquimistas o los carbonarios. Como erudito especializado en historia masónica se refirió a reliquias como las constituciones de Anderson (1723) o las 49 cajas de documentos con las que se enfrentó para hacer su tesis de historia sobre la masonería en Venezuela.

Fruto de esta investigación, además de su tesis, es un libro titulado El fantasma de Bolívar, publicado en 2001 por el Instituto Venezolano de Estudios Masónicos, donde afirma, entre otras cosas, que el escritor venezolano Ramón Díaz Sánchez descubrió en 1956 un documento que certifica que el Libertador fue iniciado en la masonería en París, y que éste consideraba que los masones “eran un grupo de niños grandes jugando con signos hebreos y morisquetas” (p. 204).
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El Historiador Eloy Reverón dedicando su libro a la fraternal concurrencia |
Hoy en día, la masonería es un grupo filantrópico que presta servicios a la sociedad de manera callada y desinteresada. Sus secretos, al decir de Reverón, siguen estando bien guardados.
Fuente: Caracas-Crónica, Últimas Noticias, Caracas, 02 02 2024 pp 6-7
martes, 20 de agosto de 2013
Masonería e Independencia Eloy Reverón
Seminario Masonería e Independencia Eloy Reverón
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA
FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN
ESCUELA DE HISTORIA
SEMINARIO SOBRE LA MASONERÍA Y LA INDEPENDENCIA
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